Como si los dos conciertos anteriores no hubieran impresionado a los asistentes, en esta oportunidad, el tercer concierto del Festival Internacional de Arpa Venezuela 2016 «Cuna del Joropo» llegó con sorpresas incluidas.
Y no solo se hace referencia al cambio de hora en la programación (que pasó de 1:30 a 3 y 24 minutos de la tarde) sino que, en esta oportunidad, la presentación del evento estuvo a cargo de la conductora del programa radial Guayoyo Musical en Romance 99.5 FM: Isabel Soto.
Soto dejó atrás el carisma con que Mérida Vanessa Mota aderezó los dos conciertos anteriores en el Teatro Luis Gilberto Mendoza de la Unidad Vecinal, y se vistió de naturalidad para estar en armonía con la locación que recibió los vitales, inmensurables y celestiales aires que bordean las laderas del Desarrollo Turístico Floryana, propiedad de Guillermo León, ubicado en el Páramo La Sabana de Capacho Nuevo.
Allí, más de un centenar de personas se congregaron en el antiguo Anfiteatro de Piedra (hoy Centro de Oración) para presenciar del talento de artistas provenientes de Venezuela, Ecuador, México y Paraguay, quienes lucieron distintas arpas de madera con 36, 37 y 38 cuerdas.
Unos cautelosos pasos sobre el entablado del escenario alertaron la llegada del joven arpista Gabriel Ibarra, proveniente de San Juan de Colón, Municipio Ayacucho (Estado Táchira), quien abrió el compás de sus últimas cuatro presentaciones tañendo el tema brasileño Tico -Tico no Fubá e Pintinhos no Terreiro, escrito en 1917 por Zequinha de Abreu a ritmo de chorro.
De segundo lugar dejó oir el merengue venezolano El Frutero compuesto por el músico, pedagogo y compositor venezolano «Cruz» Felipe Iriarte, el cual estuvo escoltado por el palmirense Luis Rico en el cuatro, Víctor Fernández (Michelena) en las maracas y Dayana Porras (de Colón) en el bajo.
La tercera pieza, compuesta sobre la base de distintos ritmos venezolanos como el pasaje, vals y joropo; se tituló Legado y es una obra cuya autoría recae en el profesor Tomás Reyes a quien pidió lo acompañara en la pulsación del cuatro.
Ibarra cerró su participación en la 2.ª edición del Festival Internacional de Arpa con el tema Seis por Derecho al estilo del arpa llanera (con arreglos de Tomás Reyes) compuesto en 1967 por el afamado intérprete y compositor venezolano Antonio Lauro.
Desde Ecuador subieron a la tarima Olivo (padre) y Alexandra Naranjo (hija), integrantes del Dúo Los Alamas, quienes comenzaron con un hermoso pasillo del compositor, músico y director ecuatoriano Enrique Espín Yépez titulado Pasional.
Con instrumentos de viento propios de su región como la Ocarina (hecha de barro) y el Rondador (con cañas de carrizo) ejecutaron los Sanjuanitos: Mi Negrita, Chapita de Ronda y un popurrí de Albazos en los que contaron: Avecilla, Amargura y Tierra Linda Tierra Querida, para finalizar su folclórica e impoluta presentación.
Por Venezuela, desde la Escuela de Saberes en el Estado Miranda, Yeison Brelio, Yeferson Herrera y como bailadores Génesis Torrealba y Josmel Villegas, nos dieron una degustación del verdadero joropo tuyero, al estilo arpa, maraca y buche.
Tres piezas del joropo central: el golpe Quitapesares del maestro Nereo Pacheco en forma instrumental; El Beso, un pasaje con yaguaso escrito por Cruz Ávila y Amado Martínez y un golpe suave llamado Aragua Linda de los hermanos Villamizar fueron los temas que les permitieron improvisar magistralmente sobre la base musical.
Por México, José Francisco «Paco» Domínguez participó en el cuarto lugar de la programación. Inició con el romántico tema Amanecí en tus Brazos de José Alfredo Jiménez creado en 1970 y prohibido en los medios de comunicación por poseer una letra muy atrevida para su época.
Siguiendo con sus «historias musicales» Paco le dio paso a un Son Cubano tradicional del siglo anterior titulado La Flor y La Hoja Seca, que narra la atracción surgida entre un hombre mayor y una chica de poca edad, para inyectarle ritmo latino al concierto n.º 3 del festival.
A petición del público el veracruzano interpretó la canción tradicional mexicana compuesta en 1882 por Quirino Mendoza y Cortés titulada Cielito Lindo, que versionó espectacularmente en arpa y matizó con su armoniosa, suave y prolija voz.
Paco Domínguez también jugó un poco con un Bossa Nova brasileño y finalizó su interpretación entonando un tema tradicional de su región: el son jarocho El Cascabel, cuyo ritmo se empalma al joropo venezolano y que extendió con un intro africano de la raíz Yoruba.
Paula Paredes comenzó con una guarania clásica de Paraguay «una magnífica mezcla de Diosa y Pantera» que alegró la tarde del sábado en Floryana y que posteriormente se acompañó de su coterránea Micaela Gómez Zajac quien subió a la plataforma de presentaciones luciendo su arpa Sanabria.
Paredes luego tocó dos Polcas de Félix Pérez Cardozo (ícono del arpa guaraní) tituladas Ángela Rosa y Despedida, y finalizó su intervención con el tema Piririta (de autor desconocido) que nos hizo voltear la mirada hacia los atractivos pájaros que revolotean los azules cielos de Floryana.
El apureño José Gregorio López, radicado por más de 40 años en Barinas, interpretó un danzón estilo son caribeño que dedicó especialmente a «gusanito», un músico de 23 años que tocaba a su lado y que abandonó lo terrenal dejándole una boquilla negra en su corazón que ni con sus lágrimas ha podido rellenar.
López se tomó una pausa de esas que se necesitan para silenciar el llanto, y luego de una honda respiración que lo llenó de valentía logró proseguir con Mañanita Veneciana un fox de corte americano estilo folclor country, y cerró su participación con una adaptación de la antigua canción Adiós Chico de mi Barrio.
Sorpresas
El twist del concierto lo inició la paraguaya Micaela Gómez Zajac con su arpa en Fa mayor cuando, sonriente de emoción, se montó en las tablas acompañada del venezolano Josmel Villegas y juntos ejecutaron Isla Saka, donde fusionaron a través de la música dos países lejanos.
Inmediatamente Ecuador y Paraguay quisieron fusionarse también con sus arpas (de 36 cuerdas en Sol Mayor y 37 en Fa Mayor, respectivamente) pero esta vez en trío con Venezuela: el Dúo Los Alamas y Paola Paredes ejecutaron juntos la majestuosa pieza Moliendo Café del venezolano Hugo Blanco y, posteriormente, Cascada.
El punto final lo pusieron 11 jóvenes entre los 10 y 17 años de edad, integrantes de la Escuela de Arpa de Aprendizaje de San Juan de Colón, quienes interpretaron el Himno a la Alegría, el joropo llanero La Guacharaca y el pasaje Mi Pasajito, cerrando así el tercer concierto de gala del Festival #ArpaTáchira2016.
Impresiones
A la cita cultural acudió la Secretaria General de Gobierno de la Gobernación del Estado Táchira, Miriam Febres, quien se mostró maravillada con tantos jóvenes profesionales intérpretes del arpa: «cuando oímos polcas, guaranias, bossa novas y sones cubanos, en otros escenarios es cuando valoramos más el legado cultural de nuestras naciones. La música no tiene género, rompe fronteras y eso lo estamos viendo acá, por eso en Venezuela apoyamos nuestras costumbres y tradiciones».
Oscar Duque, director de @CulturaPotencia se sintió complacido de presenciar una demostración de talento nacional e internacional, «esto es un viaje que se hace a través de los sonidos internacionales del arpa. Nosotros somos ricos en cultura y este es un espacio que se brinda de intercambio intercultural. Hemos escuchado obras excelsas. Con el Arpa vemos postales de belleza».
Por su parte los hermanos Tolosa, organizadores del evento resaltaron que a nivel latinoamericano y mundial tan solo hay cinco países donde el arpa es símbolo musical nacional y entre esos está Venezuela, por eso, «era imposible que nuestro país no tuviera un Festival Internacional de Arpa donde se honrara a nuestros cultores e intérpretes nacionales a través del sonido de nuestro instrumento nacional pero con otras arpas del mundo». /FIN Antherson Márquez /Fotos: Leonard Guerrero y Antherson Márquez.
