«La Orquesta Típica del Táchira Onofre Moreno Vargas va al cielo, allá es el límite, por supuesto que nos falta muchísimo pero la idea es conectar las almas, yo creo que ese es el trabajo de nosotros como artistas, [alcanzar el Éter] y de esa manera poder ser mejores seres humanos».
Así piensa José Leoncio Ontiveros Méndez cuando reflexiona sobre la labor y el norte de su otra banda: la OTTOMV (@OTTtachira en Twitter), una agrupación que sin tañer liras las tiene presentes desde Onofre Moreno Vargas.
La Orquesta Típica —dice— está en un proceso de cambios por la nueva dirección que estoy gerenciando desde el punto de vista musical, más que administrativo; y la idea es refrescar tanto el repertorio y los conceptos que se están manejando. Éste es el resultado que se está mostrando al público [en la tierra, porque allende, desde lo celestial, Jesús María Sánchez continúa con su legado].
De alguna manera es también un repertorio ancla —prosigue Leoncio sin percatarse que desde el cielo lo observan—, para que la gente pueda reconocer los demás géneros latinoamericanos y acercarnos a todo el universo de la música.
¡¿Y cómo no?! Así fue el caso de los conciertos realizados en el Teatro Principal de la Universidad Nacional Experimental del Táchira (Unet) el jueves 17, y en el Salón de Lectura Ateneo del Táchira el viernes 18, cuando interpretaron ocho famosos temas de sangre latina:
Arco Iris (vals-onda nueva), Venme a Buscar (bambuco), Moliendo Café (orquídea-mambo), Estrellita (habanera), Oblivion (tango); Tú, Mi Delirio (bolero); Mi Querencia (tonada-pasaje) y el joropo tachirense Trochas de Llano y Montaña que además en esta oportunidad contó con el acompañamiento vocal de Génesis Uzcátegui, Maryori Ramírez y Liarin Flórez, escoltados por el dúo grammyviolinista Jesús David Medina y Ornella Hernández.
Para Ontiveros los maestros Ramón Márquez y Nolberto Parada fueron quienes realmente hicieron un cambio de concepto en la Orquesta Típica, «el aporte no es medible, es in-cal-cu-la-ble [enfatiza]. Yo creo que lo que estamos haciendo ahora es consecuencia del trabajo que hicieron ellos dos».
Jesús Marino Gómez y yo —prosigue— pertenecemos a esta misma generación de músicos de relevo del Estado y yo creo que estamos dejando un concepto más fresco por las influencias que ambos pudimos manejar.
Pero ahora Marino Gómez no está y Ontiveros Méndez lleva la conducción de 30 grandes profesionales quienes con su pasión resucitan el espíritu de Onofre Moreno Vargas. /Fin Antherson Márquez /Fotos: Marcelo Delgado.
