Este 1º de junio, fecha en la que finaliza el registro vía web de candidatos y candidatas a la Asamblea Nacional Constituyente, Venezuela cumple un mes de la convocatoria de ese mecanismo del poder originario, destinado a crear puentes de diálogo y estrategias para preservar la paz del país, que ha afrontado en los últimos dos meses una sedición armada promovida por sectores de oposición.
“Yo convoco al Poder Constituyente originario para lograr la paz que necesita la República, para derrotar el golpe fascista y para que sea el pueblo, con su soberanía, quien imponga la paz, la armonía, el diálogo nacional verdadero”, expresó el presidente de la República, Nicolás Maduro, el pasado 1 de mayo en la avenida Bolívar de Caracas.
Dos días después, cuando entregó al Consejo Nacional Electoral (CNE) el decreto de convocatoria, el pueblo inició movilizaciones populares en respaldo a la iniciativa, que tiene entre sus líneas de debate la paz como necesidad, derecho y anhelo de la nación; ampliar y perfeccionar el sistema económico venezolano; constitucionalizar todas las Misiones y Grandes Misiones; ampliar las competencias del Sistema de Justicia, Seguridad y Protección del Pueblo; constitucionalizar el Poder Comunal; defensa de la soberanía e integridad de la nación y su protección ante agentes intervencionistas; la reivindicación del carácter pluricultural del país; garantía de futuro de la juventud venezolana y la preservación de la vida en el planeta.
Estas actividades de calle, que en su mayoría culminaron en el Palacio de Miraflores, fueron protagonizadas por más de 22 sectores y movimientos sociales, como comunas, colectivos culturales, trabajadores, entre otros, que también marcharon en las regiones del país.
Además de las movilizaciones, la Comisión Presidencial para la Constituyente inició el pasado 4 de mayo un proceso de debate con los venezolanos para recoger propuestas que definieron las bases comiciales para la elección de los 545 constituyentes que integrarán la instancia: 364 territoriales y 181 por sectores sociales.
De acuerdo con el informe presentado por la instancia el 22 de mayo, 640.500 personas a nivel nacional participaron en los debates realizados durante 20 días; de ellos, 37.000 formaron parte de los encuentros regionales en 22 estados del país.
Estos debates también fueron llevados a más de 40.000 espacios educativos donde maestros, personal obrero y directivo, padres, representantes, y estudiantes de educación media y universitaria, aportaron elementos a incluir dentro de la Constitución una vez instalada la ANC.
La convocatoria del poder originario también permitió establecer un puente de diálogo con diversos sectores del país que han manifestado su divergencia con el proceso Constituyente, pero decidieron atender al llamado a debatir.
El 8 de mayo, por ejemplo, 18 partidos políticos de oposición no alineados en la autodenominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) —a excepción de Unidad Visión Venezuela— acudieron al Palacio de Miraflores, para exponer sus inquietudes, dudas y divergencias.
El 19 de mayo, la comisión se reunió con voceros de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), diálogo que fue considerado por Elías Jaua, coordinador del grupo designado por el presidente Maduro, como “franco, cordial y profundo”.
“La Asamblea Nacional Constituyente es un mecanismo que permite abrir y recuperar un espacio para la política que aísle a la violencia y que se recupere el diálogo y la confrontación en el plano de las ideas. Estamos obligados a convivir para garantizar la independencia y la paz de nuestra querida patria Venezuela”, dijo Jaua el pasado 22 de mayo, cuando se presentó el balance de la instancia que él dirige.
Ante ese escenario, se conformó también el comando Zamora 200, cuya finalidad es organizar, integrar, movilizar y garantizar en escala nacional, estadal y municipal, todos los procesos logísticos de campaña de cara a la escogencia de los constituyentes. /Fuente: AVN.-
