Dirección de Cultura agasajo a las madres funcionarias

La directora de Cultura del Estado Táchira, Ilia Sierra, ofreció un desayuno a las funcionarias por celebrarse el mes de las Madres, y agradeció la constancia, colaboración y servicio que han venido realizando en sus respectivas áreas de trabajo del ente cultural, ubicado en la Hacienda Paramillo.

Dijo Sierra, que la motivación de congratular a las funcionarias, nació de un grupo de coordinadores, con el deseo de otorgarles pequeños detalles que se convierten en grandes cuando se aprecia al personal que allí labora como en familia.

Sierra lamentó la ausencia de las que no pudieron asistir “por la situación país (,…) servicio de transporte, gasolina, gas, agua, electricidad, que están afectando la normal cotidianidad del ciudadano.

Agradeció al personal  que “ha participado en los momentos difíciles, a través de la colaboración para seguir adelante con la gestión del sector cultura de la región”.

Seguidamente, la titular de Cultura, pidió la intervención de Naily Benavidez, coordinadora de Formación Cultural, por impulsar la iniciativa de permitir un paréntesis al horario laboral para brindar alegría, música y sorpresas a las funcionarias.

Benavidez  dijo que la idea se multiplica cuando se viene trabajando con un equipo colaborador que coloca su granito de arena, “hasta los hombres se involucraron en la organización de este evento dedicado a las madres”.

Agregó que más allá de ser mamá,” es el simple hecho de ser mujer especial, luchadora, sostén de hogar, esfuerzo para formar a los hijos (…) por eso la celebración va más allá”, connotó.

“Algunas tenemos la dicha de ser madres, otras no, por eso este evento se organizó dedicado a todas las funcionarias de cultura, porque todas somos importantes y somos un regalo de Dios”, destacó.

El homenaje a las funcionarias  se desarrolló compartiendo un sabroso desayuno típico, mientras se escuchaban las melodías interpretadas por el grupo “Tepuy” de la Direcciòn de Cultura, con temas que inspiran al amor, hermandad, respeto y admiración entre el personal que labora en el ente cultural.

Rosa Hernández – Prensa DCET.