Resolución Política del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Comunista de Uruguay

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El Comité Ejecutivo Nacional del Partido Comunista de Uruguay en su reunión del 10 de marzo de 2015 continúo el análisis de la situación política nacional e internacional a la luz de las resoluciones tomadas por el XXX Congreso y las tareas para este período resueltas por el Comité Central en diciembre del año pasado.

Continuando con la labor permanente de discusión política, y sobre todo de militancia y acción transformadora, para su cumplimiento, de todas y todos los militantes del PCU y la UJC, reafirmando los pronunciamientos anteriores, se decidió explicitar algunas definiciones y profundizar en otras.

Es necesario reafirmar el objetivo central trazado en nuestro XXX Congreso: avanzar en democracia, construyendo la democracia avanzada como camino al socialismo.

Concebido esto como un camino crítico de lucha popular reivindicativa, programática, política e ideológica.

Esa es la gran perspectiva histórica y estratégica y en función de ella analizamos la realidad y luchamos por transformarla. Dijimos y reafirmamos que el histórico triunfo popular de octubre y noviembre y la conquista del tercer gobierno nacional del Frente Amplio abren un período cualitativamente superior del período de acumulación de fuerzas populares y dependerá de la acción transformadora del gobierno aplicando el Programa del Frente Amplio, y sobre todo de la acción política y la lucha popular, resolver las contradicciones con las clases dominantes a favor del pueblo.

En lo inmediato dentro de esa gran perspectiva histórica, y en el marco de una agudización de la lucha de clases a nivel internacional, continental y nacional se inscriben un conjunto de tareas. La lucha por la paz enfrentando el peligro de guerra y depredación determinado por la situación económica y política del mundo, por la crisis del capitalismo y la acción del imperialismo. Desplegar la solidaridad con los procesos de cambios y revolucionarios de nuestro continente, en particular Venezuela y Cuba.

En lo nacional y en el marco de la continuidad del enfrentamiento de dos proyectos de país, festejar y darle la justa dimensión histórica al triunfo popular que significa la asunción del tercer gobierno nacional frenteamplista y del Parlamento con las mayorías conquistadas por nuestro pueblo. Ese triunfo popular debe ratificarse en mayo donde debemos propinarle una nueva derrota política al intento de restauración neoliberal y a la derecha que lo promueve. Este es el objetivo central de la etapa y en él deben estar concentrados nuestros esfuerzos, en todo el país. Junto a ello desplegar y rodear de solidaridad a todas las luchas obreras y sociales. Y en ese marco, y para esas tareas, históricas e inmediatas, construir un más grande y mejor PCU, para lo cual reviste gran importancia la discusión en todos los organismos del PCU y la UJC del Plan Político que abarcará 2015 y 2016, cuyos ejes centrales serán debatidos en el Comité Central a realizarse en los últimos días de marzo.

Partido Comunista de Uruguay

Comité Central

Unidad contra el imperialismo

El análisis y las definiciones de las resoluciones políticas anteriores en torno a la situación mundial y continental mantienen toda su vigencia. Ya señalábamos la necesidad de seguir con especial atención la situación política en Venezuela y llamábamos a no verla separada de las maniobras destituyentes y desestabilizadoras de las oligarquías nacionales y el imperialismo en Brasil y Argentina.

Además estos hechos se dan en el marco de un sistema capitalista sumido en una de las crisis más profundas de su historia; el imperialismo y los grandes capitales trasnacionales encuentran serias dificultades para recuperar sus tasas de acumulación y ganancia y ello genera tensiones de todo tipo y en varias dimensiones; la más importante, la perspectiva de guerras en varias regiones del mundo y una tensión general, además de la profundización del modelo económico y social que pone en peligro la existencia del planeta y condena a la exclusión y la miseria a millones de seres humanos.

Estamos ante un proceso gigantesco de ajuste global del capitalismo para recuperar a cualquier costo las tasas de ganancia y cargar el peso de la crisis sobre los pueblos.

Alertábamos sobre la peligrosidad de la tendencia histórica del imperialismo a resolver las crisis con guerras y defendíamos la importancia de levantar la bandera de la paz y la unidad de los pueblos y gobiernos para cerrar el paso a esa tendencia. Se mantienen en todos los términos las definiciones sobre la situación en Europa, los peligros para la paz mundial de la crisis en Ucrania y de los vientos de guerra en toda la región de medio oriente en la anunciada ofensiva de EEUU contra el Estado Islámico.

Sin embargo en estos días nuestra atención política y militante está en nuestro continente. La situación en Venezuela se ha agravado. Y no se ha agravado por factores internos del pueblo venezolano. El imperialismo yanqui se ha quitado la máscara y de las acciones más o menos camufladas y más o menos indirectas para desestabilizar económica y políticamente a Venezuela ha pasado a la intervención directa.

El lunes 9 de marzo el presidente de EEUU, Barack Obama, emitió una orden ejecutiva declarando una emergencia nacional con respecto a la amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos planteada por la situación en Venezuela. Más allá de los términos de sanciones, congelación de cuentas, prohibición de visas, todas unilaterales, lo trascendente es la decisión en sí. La decisión de Obama es mucho más grave incluso que la Ley votada en diciembre del año pasado por el Congreso de EEUU, ya de por sí injerencista y violatoria de todo el derecho

Estas ordenes ejecutivas, verdaderos decretos imperiales, de los presidentes de EEUU constituyen, y la historia de Irak, Nicaragua, Grenada, Libia, etc., así lo confirman, un anuncio directo de agresión. Es una manifestación de injerencia imperialista clara, directa y de enorme peligrosidad.

El PCU rechaza y repudia esta decisión del imperialismo yanqui en todos sus términos.

Rodear a Venezuela, en todos los planos, desde la UNASUR, la CELAC, el MERCOSUR, es decir desde los gobiernos y los organismos de unidad latinoamericanos, es una tarea inmediata. Pero con eso no alcanza, hay que desplegar la solidaridad popular en Uruguay y en todo el continente.

Es en defensa de Venezuela, su proceso revolucionario, sí, pero sobre todo de su soberanía y su autodeterminación. Y también es la defensa de la paz, la autodeterminación de los pueblos, la soberanía y la independencia de toda América.

La orden ejecutiva de Obama es la expresión más brutal de la ofensiva de EEUU por recuperar los espacios de hegemonía perdidos en el continente ante los avances de la unidad y la apertura de alternativas populares, de izquierda, con perspectiva emancipadora en todo el continente.

Ratificamos nuestro respaldo a los pronunciamientos realizados por la 1001, el Frente Amplio y el PIT-CNT y comprometemos nuestro esfuerzo militante para desplegar la más amplia solidaridad con Venezuela, con su pueblo, con su revolución, para cerrarle el paso a esta escalada de agresión imperialista.

Ese debe ser el eje y el centro y no se debe debilitar el frente unitario imprescindible para enfrentar al imperialismo yanqui con polémicas, que no desconocemos, y a la que no les restamos importancia, pero no son ni pueden transformarse en lo central.

Como lo dijimos en nuestra anterior resolución política, en el mismo sentido vemos la situación que se vive en Brasil y en Argentina y las maniobras destituyentes de las oligarquías de esos países. Los temas concretos de los cuestionamientos a los gobiernos de Argentina y Brasil están siendo investigados por la justicia de ambos países, los intentos desestabilizadores responden a una estrategia continental y como tales debenser vistos y enfrentados.

Es la hora de la unidad continental por la paz, la soberanía y la independencia, contra el imperialismo.

Avanzar en democrácia

En nuestro país el rasgo dominante sigue siendo la histórica derrota política propinada por nuestro pueblo a la derecha y al intento de restauración neoliberal en octubre y ratificado en noviembre.

La asunción del tercer gobierno nacional del Frente Amplio es un hecho histórico y como tal debemos valorarlo. El FA lleva 10 años gobernando el país contra 180 de los gobiernos de derecha, en democracia y en dictaduras, que también fueron de derecha. El Frente Amplio ha gobernado 10 años contra 20 de gobiernos neoliberales luego de la recuperación democrática.

Es importante que lo aquilatemos, las clases dominantes hicieron todo, incluido el Terrorismo de Estado, para que este día no llegara. Y llegó, lo hicimos llegar entre todos, con la unidad y la lucha.

Nuestro pueblo lo entendió y festejó y acompañó y nosotros con él. En la despedida a José Mujica y en el recibimiento a Tabaré Vázquez.

Tabaré Vázquez reivindicó el ideario artiguista, reivindicó el programa del Frente Amplio y precisó algunos de los ejes para estos cinco años: El Sistema Nacional de Cuidados, el Sistema Nacional de Infraestructura, la Vivienda Social, un sistema integrado para la educación básica de tres a 14 años; con el objetivo que para el año 2020 el 100 % de los jóvenes de hasta 17 años esté en el sistema educativo y el 75 % termine el ciclo de enseñanza media y también la descentralización.

Por otra parte y en un tema que entendemos fundamental ratificó la creación de un grupo de trabajo por verdad y justicia, cuyo cometido esencial será la investigación de los crímenes del Terrorismo de Estado y se manifestó dispuesto a recibir propuestas de toda la sociedad para alcanzar este objetivo.

Esto se complementó con el envío al Parlamento de varios proyectos de ley trascendentes entre los que destacan: el del Sistema Nacional de Cuidados, la reglamentación de la Ley de Servicios Audiovisuales; el que dispondrá que el pago del IRPF para aguinaldos y salarios se realice de manera separada al resto de las retribuciones, generando así una mejora en los salarios de los trabajadores; y el que restituye el Impuesto de Primaria a las extensiones de tierra superiores a 300 hectáreas, dado que las condiciones que llevaron a suspender este impuesto han sido ampliamente.

Valoramos estas iniciativas y asumimos este tercer gobierno nacional del Frente Amplio como un horizonte de lucha, para avanzar en democracia y seguir abriendo la perspectiva histórica de la mancipación.

Para ello es central la lucha política e ideológica con las clases dominantes para concretar el Programa de Gobierno del Frente Amplio.

El impacto de la crisis internacional del capitalismo se manifiesta en la región e impacta a nuestro país. Lo expresamos siempre y lo ratificamos ahora. La situación económica, además de la política, en Brasil y Argentina, genera problemas para nuestro país, en dos países de vital importancia en términos políticos y también como mercados para nuestros productos, en cantidad y calidad, ya que son destinos donde Uruguay exporta con valor agregado y no solo materias primas o comodities.

La derecha y sus operadores económicos y mediáticos, reiteran, aunque con renovada fuerza, sus argumentos y recetas de siempre, fracasadas aquí, derrotadas en octubre y noviembre y fracasadas en todo el mundo. Proponen gasto público cero, privatización y reducción del peso de las empresas públicas, rebaja salarial, apertura comercial sobre todo a EEUU y ahora al nuevo santo sanctórum del Tratado Transpacífico.

Hay que dar el debate político e ideológico y enfrentar esa propuesta, reiteramos, fracasada en nuestro país y en todo el mundo.

Y hay que hacerlo con el programa del FA, defendiendo la integración regional, no solo como garantía política contra el imperialismo y en su perspectiva histórica emancipadora, sino también como espacio de un grado mayor de independencia económica y desde ahí, enfrentar una vez más, los efectos de la crisis capitalista mundial, como en el 2008, como en 2012.

La región fue, más allá de las dificultades y contradicciones, un espacio que permitió sostener el crecimiento económico cuando los mercados mundiales se hundían. Y además la recuperación salarial, aún insuficiente y con la tarea pendiente de avanzar en la redistribución de la riqueza, es uno de los factores principales de dinamización del mercado interno, que ha permitido enfrentar los vaivenes internacionales con otro grado de solidez.

Hay medidas en el programa del FA que permitirían liberar recursos para seguir promoviendo el crecimiento económico, unido a la distribución de la riqueza y a una transformación de la matriz productiva que nos permita romper con la dependencia. La aplicación de un IRAE progresivo, la posibilidad de analizar el uso de una parte de las reservas internacionales sin afectar los equilibrios, varios economistas coinciden en un exceso de reservas de varios miles de millones de dólares que incluso implican un costo en intereses que aumenta el déficit fiscal; medidas que atiendan el aumento de depósitos en el exterior, que implican una fuga de capitales que se sustraen a la inversión productiva. Al estudio preciso de todas ellas y de otras que vayan en el mismo sentido nos abocaremos para discutirlas en el Frente Amplio e impulsarlas.

Se trata de organizar la lucha política, social e ideológica por avanzar. Hay que hacer política y organizar la movilización por la aplicación del Programa del Frente Amplio y las propuestas del movimiento popular, en especial de los trabajadores, en confrontación con el proyecto de país de las clases dominantes.

Hay que hacerlo en unidad. En los momentos de agudización de la lucha de clases se pone en tensión la unidad. La pone en tensión la ofensiva de las clases dominantes y también la acción transformadora y sus contradicciones.

La unidad del pueblo, social y política, es una conquista histórica de nuestro pueblo, y es también, una condición histórica para la perspectiva revolucionaria. La defenderemos y la fortaleceremos como parte sustantiva de cualquier ruta de avance en democracia y de liberación.

En estos días se produjeron otros hechos políticos de relevancia. Saludamos la participación destacada de la UJC en los actos de asunción del 1º de marzo, festejando el tercer gobierno nacional del FA y enfrentando la provocación contra Venezuela.

Saludamos también la colocación de una placa en homenaje a Aldo Perrini, militante frenteamplista asesinado en la tortura en el Batallón Nº 4 de Colonia del Sacramento en 1974. Es la primera acción de reconstrucción de la memoria histórica que se realiza en una unidad militar. Es un avance importante y como tal debe ser señalado. Se siguen desplegando importantes luchas obreras y ratificamos nuestra solidaridad con los trabajadores de Ecolat y de la Regasificadora que luchan en defensa del desarrollo productivo del país y de sus fuentes de trabajo. Expresamos nuestra solidaridad con el SUNCA y todos los trabajadores y trabajadoras de la construcción ante el fallecimiento de otro obrero en un accidente laboral. También destacamos la llegada del primer avión que permitirá la concreción del esfuerzo de los trabajadores en Alas-U.

Hacia el objetivo político central de esta etapa, las elecciones municipales de mayo, donde hay que volver a derrotar a la derecha, y a las expresiones departamentales de la restauración neoliberal, se ha comenzado a desplegar la campaña. En todo el país comenzó la campaña de las y los candidatos frenteamplistas. Por su dimensión e impacto merecen destaque los actos de lanzamiento de las candidaturas de Lucía Topolansky y Yamandú Orzi, en Montevideo y Canelones, respectivamente. Pero en todo el país comienza a desplegarse la militancia frenteamplista. Se han comenzado a realizar actos en los barrios y barriadas, también en las fábricas y obras. Un aspecto central es la realización de actos unitarios, con participación de todos los candidatos frenteamplistas, en todo el país. Desplegar nuestro máximo esfuerzo militante, político y propagandístico, es la tarea central del momento, con el objetivo de conquistar el mayor número posible de intendencias, alcaldías, ediles y concejales para el Frente Amplio y para la 1001.

Finalmente queremos destacar la realización de varias actividades del PCU y la UJC, como la Convención del Sector Universitario, las Convenciones Departamentales de Canelones y Tacuarembó y activos en Montevideo y varios departamentos del país.

En la resolución del Comité Central de diciembre y en las sucesivas del Comité Ejecutivo destacábamos las principales tareas políticas para este año, creemos conveniente reafirmarlas: “En el año 2015 se iscutirá el Presupuesto para este período de gobierno y hay que lograr que exprese el Programa del Frente Amplio y sus prioridades; se desarrollará el XII Congreso del PIT-CNT, instancia central de elaboración y propuesta del movimiento popular; se conmemorarán los 200 años del Reglamento de Tierras y los 100 años de la Ley de 8 horas; se cumplirán 40 años del lanzamiento por el fascismo de la Operación Morgan, plan de exterminio contra la izquierda, el movimiento popular y los comunistas y nos proponemos transformar este hecho en un resumen de masas sobre el fascismo, el terrorismo de Estado y la necesidad de construir memoria histórica; se cumplirán 60 años del XVI Congreso del PCU y la elaboración de la teoría de la revolución uruguaya y 60 años de la UJC; todo ello debe ser abordado y concebido de cara a nuestro pueblo y sus luchas”.

En lo inmediato, además del centro de las elecciones municipales del 10 de mayo, se destacan la realización de los actos frenteamplistas en torno al 26 de marzo, la conmemoración del asesinato de los ochos obreros comunistas en la Seccional 20º y el 1º de mayo.

En las resoluciones anteriores señalábamos que “La histórica victoria popular abre enormes perspectivas para un cambio cualitativo en el proceso de acumulación de fuerzas populares para la emancipación. Pero no se concretarán por arte de magia, dependerán de nuestra capacidad, en unidad con todo el movimiento popular y el Frente Amplio, de construir perspectiva estratégica, dar el debate ideológico, tener iniciativa política y promover la lucha y el protagonismo popular. A ello se une el desafío por colocar al PCU y la UJC a la altura de estos objetivos. El desafío es construir perspectiva revolucionaria, y por lo tanto histórica, fortaleciendo la relación y la unidad entre gestión de gobierno, acción del Frente Amplio, y lucha, protagonismo y participación desde el movimiento popular organizado, en particular los trabajadores”.

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