Política En Mayúscula|LA PAZ EN COLOMBIA II

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Señor Presidente Mariano Ospina Pérez (..) En esta ocasión no os reclamamos tesis económicas o políticas. Apenas pedimos que nuestra patria no transite por caminos que nos avergüencen ante propios y extraños. ¡Os pedimos hechos de paz y civilización! Nosotros, señor presidente, no somos cobardes. Somos descendientes de los bravos que aniquilaron las tiranías en este suelo sagrado. ¡Somos capaces de sacrificar nuestras vidas para salvar la paz y la libertad de Colombia!
Jorge Eliecer Gaitán, Bogotá 7 de febrero de 1948

El asesinato de Jorge Eliecer Gaitán el 9 de abril de 1948, abrió las puertas de la nueva etapa en la historia de la violencia política en Colombia. La muerte del líder popular del Partido Liberal Colombiano significó la intransigencia con la cual la oligarquía reaccionaria ante cualquier movimiento social y político que atentara contra el status dominante todo estoprolongó el conflicto proveniente del siglo XIX.

Las reformas agrarias planteadas por estos liberales progresistas quedaron frustradas, junto a la bala asesina en la avenida séptima de Bogotá. Así respondió la oligarquía Santanderianaante la posibilidad de reformas blandas pero que permitían superar las inmensas desigualdades sociales existentes.

Más reciente tenemos otra acciónsimbológicamente similar, EL GENOCIDIO DE LA UP ocurrió en los años ochenta. Ladecisión de incorporarse en la lucha política de muchos de los herederos Gaitanistas, fuerzas progresistas y revolucionarias en Colombia, constituyó esté Frente Político profundamente democrático y con posibilidad real de la toma del Poder Político. En tan solo un año se convirtió en la tercera fuerza electoral, ocupando espacios de representación popular y con ello la posibilidad real de reformas en los planos sociales y políticos. Esta experiencia esperanzadora se llamó Unión Patriótica, mejor conocida como UP.

La respuesta de la oligarquía fue la misma, en distintos lustros. Más de 5000 militantes de la UP asesinados, entre ellos tres candidatos presidenciales, senadores, alcaldes, concejales, dirigentes populares, sindicales y campesinos. Se negó con sangre patriota la posibilidad de democratizar el sistema político colombiano. En la mayoría de los asesinatos quedó registrada la participación de fuerzas militares y de inteligencia del Estado junto a las estructuras del narcotráfico y grupos paramilitares.

En este contexto de guerra, la migración colombiana a Venezuela ha estado estrechamente vinculada al recrudecimiento de la violencia. El asesinato de Gaitán, Genocidio de la UP y la aplicación del Plan Colombia han prolongado el asunto; a su vez, el posicionamiento geopolítico de los grupos paramilitares sobre la frontera venezolana viene a representar los intereses de los históricamente enemigos de la patria.
En ese contexto, los bolivarianos de ambos países valoramos los procesos de transformación social y política ocurridos de forma pacífica en nuestra tierra. Los datos nos obliga a ello: solo desde 1985 se han registrado más de 218.104 asesinatos políticos, el 82% civiles, 5.712.506 desplazados a la fuerza, 27.023 desaparecidos, 1.754.000 casos de abusos sexuales registrados; en fin un escenario adverso a la paz.

La paz de Colombia es la paz del continente. Nuestro papel como República hoy es el mismo de 200 años, consolidar un proceso políticamente originario que nos permita solidificar nuestra propia independencia y libertad. En la última entrega de los presentes desglosaremos los discursos y las acciones emprendidas desde la anfictiónica Política Exterior de Venezuela para con tal sublime interés estratégico. Fin/ Luis Díaz – Director de Política y Participación Ciudadana