La Biblioteca Pública Leonardo Ruíz Pineda fue el escenario para celebrar el XVIII Festival de Lectura y reiterar así la invitación a la colectividad a cultivar la lectura, con la participación 120 niños y niñas de diversos municipios de la entidad andina.
El evento es parte de la gestión de la Dirección de Cultura y la Red de Bibliotecas Públicas del estado, con el fin de motivar e incentivar la lectura, manipulando el libro en físico, esto a propósito del apego actual a la fuente digital, entre los lectores de las diferentes edades.
Johan Rosales, coordinador de la Red de Bibliotecas Públicas del estado, informó que la selección se realizó por la destacada participación de cada niño y niña, entre los siete a 12 años de edad en las categorías A, B y C, los cuales resultaron ganadores de las semifinales o torneos internos de cada municipio.
En esta oportunidad el festival esta enfocado a las lecturas de la paz, a los valores, a la convivencia y al respeto a la familia, acotó. Además que el jurado evaluador esta integrado por un grupo de poetas orientadores de la práctica cotidiana de la lectura.
Rosales agradeció a la primera dama del estado Karla Jiménez de Vielma por convertirse en una embajadora de una cultura de paz a través de la lectura, “Gracias a ella y a la Fundación de la Familia Tachirense nuestros niños y niñas serán premiados con bicicletas e instrumentos musicales”.
Cuentos y fabulas: lecturas que más prefieren los pequeños
Ángel Contreras de 12 años de edad, estudiante del colegio Armando Reverol, describió su fascinación por los cuentos y las fábulas. “La lectura desarrolla la mente, abre puertas nuevas a la imaginación, te da miles de posibilidades, te imaginas en esos lugares y tomas el personaje como si fueras tu. ¡Eso a mi me cautiva!” expresó.
Wendy Rinaguero, estudiante del municipio Ayacucho, destacó la importancia de la lectura porque les ayuda aprender y mejorar la ortografía e hizo un llamado a tomar un libro porque “ellos dejan una enseñanza muy buena”. FIN/Ruth Jiménez (Pasante UNICA) Fotos: Doris Hernández
