Marcos Evangelista Pérez Jiménez es el nombre de este político y militar tachirense que murió un 20 de septiembre de 2001 en España.
Este tachirense, oriundo de Michelena y conocido como «El Tarugo» por su corta y regordeta estatura, fue el 38.º presidente constitucional de Venezuela desde el 19 de abril de 1953 hasta el 23 de enero de 1958.
Nació el 25 de abril de 1914. Alcanzó el grado de General de División del Ejército de Venezuela. Un tachirense odiado por unos, querido por otros.
Lo primero se sustenta en el hecho de que Pérez Jiménez lideró uno de los procesos dictatoriales que ha vivido Venezuela durante su historia. Intentó silenciar a la oposición y muchos dirigentes fueron asesinados, mandados al exilio o encarcelados; su tendencia fue conservadora y muy militarista, promovió la inmigración europea principalmente italiana y española.
Lo segundo se basa en el impulso al desarrollo de la infraestructura nacional al construir la Ciudad Universitaria de Caracas, patrimonio arquitectónico de la Humanidad, El Paseo los Ilustres, Autopista Caracas-La Guaira-Valencia, los Bloques de Catia, Estadios de Béisbol y Fútbol, Hotel Humboldt con el Teleférico auxiliar, Ciudad Universitaria (Hospital Clínico y Aula Magna); obras de Carlos Raúl Villanueva como las Torres del Silencio, la Avenida Bolívar, el Helicoide, el Teleférico de Mérida, entre otros.
Este tachirense también recordado por ofrecerle progreso a la nación, con el incremento de los precios del petróleo, sin dejar atrás su ambiciosa política de construcciones,
También desarrolló grandes industrias como la hidroeléctrica, la minería, la siderúrgica y el sector de bienes raíces.
Su casa natal actualmente es un museo en el que se exhiben fotografías y objetos vinculados con este reconocido tachirense. FIN Prensa Dirección de Cultura
