Tachirenses veneraron con devoción a la Virgen de la Consolación de Táriba

Al cumplirse los 419 años de la llegada de la  Virgen de La Consolación a tierras andinas, los tachirenses y visitantes salieron en peregrinación de diferentes lugares del país con unción de fe y amor para elevar sus oraciones a María Santísima en agradecimiento por los milagros y bendiciones recibidos.

Miles de feligreses cantaban y oraban por nuestra Señora de la Consolación durante su recorrido, la acompañaban niños; jóvenes; adultos y señores de la tercera  edad, no había cansancio por parte de aquellos devotos que estaban ahí con ella en su andar, muchas familias iban a pagar sus promesas, esas  que  la madre les cumplió e incluso varias de esas familias  tienen años  peregrinando con ese fervor que  los mueve todos los años.

Fotos: Doris Hernández.

El amor que se siente por ella hace que el pueblo tachirense no pierda la esperanza,  incluso una madre llevaba a su hija vestida como la Virgen, otras personas iban pagando sus promesas descalzos porque María Santísima escuchó sus palabras y les cumplió sus favores, como también habían quienes vestían camisas  blancas como muestra de esperanza y fe.

Como parte de la devoción mariana Jesús Paucar, el  peregrino que caminó desde Bogotá hasta Venezuela para  llegar al Táchira a visitar al Santo Cristo de La Grita, también honró en su caminar a la  Virgen de La Consolación de Táriba, patrona de los tachirenses, esta vez llevaba en sus manos una bandera tricolor como ofrenda,  muchos de los asistentes  aplaudieron su llegada  para celebrar a la  Madre de Jesús.

Cada 15 de agosto  es  festejada Nuestra Señora de La Consolación, es inevitable la  devoción y el fervor que los feligreses de todos los rincones de la entidad, de Venezuela y del mundo,  profesan  por esta milagrosa Virgen que hace que el pueblo tachirense se movilice en procesión en familia, desde el más pequeño de los hijos hasta sus mascotas.

La algarabía que acompañó el recorrido de la Virgen de La Consolación, fue constante, los aplausos y los cantos se escuchaban por doquier, además de la alegría por parte de quienes estuvieron presentes en su procesión, quienes como todos los años piden a la excelsa Virgen María  tener un mejor país.

Prensa Dirci// Marina Rueda ( pasante de la ULA)