La causa de Venezuela es la de nuestra América

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Declaración de Izquierda en Marcha

Otra vez la hora del destino. La orden ejecutiva de Obama declarando una “emergencia nacional con respecto a la amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos planteada por la situación en Venezuela” es el reconocimiento explícito de la injerencia norteamericana en la patria de Bolívar y a la vez evidencia el “retorno” indisimulado de la trágica “doctrina de la seguridad nacional” norteamericana que presidió los golpes de Estado y las dictaduras militares en la América Latina de los años 70, cuyas consecuencias -entre otras su secuela de torturas, desapariciones, muertes y diversas violaciones a los derechos humanos- aún nos duelen.

La orden de la Casa Blanca, con la explícita referencia militar a la “seguridad nacional”, es del tipo de las pre-bélicas, como las que precedieron las invasiones norteamericanas de Panamá y Granada en nuestra región -para solo referirnos a los tiempos posteriores a la Guerra Fría- o tantas otras en el mundo.

En consecuencia IZQUIERDA EN MARCHA declara una vez más su plena solidaridad con el pueblo y el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, que no constituyen ninguna “amenaza” para Estados Unidos sino que son expresamente amenazados por la política imperial norteamericana.

Esperamos que el MERCOSUR, la UNASUR, el ALBA y la CELAC expresen rotundamente su rechazo a la injerencia norteamericana en Venezuela en particular, así como en nuestra América meridional en general y reivindiquen enérgicamente el derecho a la autodeterminación de los pueblos, tanto como el principio de no intervención, los cuales son garantías necesarias para la paz y la vigencia real de los derechos humanos.

Otro tanto reclamamos del gobierno uruguayo. Aguardamos que quienes recientemente afirmaron en Uruguay la ausencia de “elementos” para acompañar las denuncias acerca de “injerencias externas” en Venezuela, reconozcan su error evidente y rectifiquen sus declaraciones. No es hora de hacernos los distraídos o eludir causas irrenunciables. Es tiempo de ratificar nuestros compromisos anti-imperialistas. A quienes no lo hagan la historia no los absolverá

Hacemos nuestras las palabras del presidente Evo Morales:

“Condenamos, repudiamos, no aceptamos en el siglo XXI esta clase de intervención por EEUU”.

Recordamos lo dicho por Carlos Quijano en 1954 frente a la intervención norteamericana en Guatemala. En uno de sus célebres editoriales, La Hora del Destino, escribió: “la causa de Guatemala es nuestra causa. La de todo el continente“. Hoy como ayer la causa de Venezuela es nuestra causa. La de todo el continente indo-afro-latinoamericano y caribeño.