Opinión| La mirada de todos: Poca o ninguna exigencia a los gobiernos opositores

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Por Josè G. Vielma Mora

Basta con oponerse al gobierno nacional para que un gobernador o alcalde de la oposición crea que está haciendo un “buen gobierno”. Así ha sido a todo lo largo de estos 17 años de Revolución, la comodidad y holgura han sido las condiciones más resaltantes de los gobiernos locales y regionales opuestos al chavismo.

Nada se le exige a estos “líderes” cuyas funciones están bien delimitadas y, más que a otro nivel del poder público nacional, sus tareas impactan en la realidad concreta e inmediata, es decir, transporte público, recolección de basura, seguridad, vialidad y mantenimiento de ella, para sólo mencionar las más importantes.

Para mayor gravedad, estas gobernaciones y alcaldías no pueden argumentar falta de recursos presupuestarios. A todos nos distribuyen la cuota que por efectos de las leyes nos corresponden. De hecho, ninguno de los opositores u opositoras en funciones de gobierno se quejan de esto, pues les consta que reciben del gobierno central los situados y otros ingresos establecidos en el ordenamiento jurídico vigente, amén de lo percibido por concepto de impuestos locales.

¿Qué hacen entonces con estos recursos? Nada, absolutamente nada, mientras sus gobernados –ni el pueblo chavista ni el opositor- le exige o reclama. Se ha creado una cómoda tradición, a todo lo largo de este proceso de diatriba política, según la cual mientras más ocurrencia y presencia tienen en los medios de comunicación –nacionales e internacionales- para declarar en contra del gobierno nacional “mejor” gestión de gobierno realizan.

Ni Daniel Ceballos antes de su aventura terrorista, ni la actual Alcaldesa de San Cristóbal, Patricia de Ceballos, así como tampoco otros alcaldes en la región capital y otros estados, cuyos ingresos son altos, pueden mostrar obras o gestión de buen gobierno que justifiquen el gasto presupuestario. En sus memorias y cuentas anuales deberían sólo presentar los vídeos, grabaciones de radio y artículos de prensa, como únicas “obras”.

El asfaltado de la ciudad de San Cristóbal, por ejemplo, tuvo que asumirlo nuestra Gobernación, así como otras tareas en las cuales la Alcaldía de la capital del Estado tiene responsabilidad de primer orden. El Municipio de Cárdenas también presenta graves problemas producto de la inacción de su Alcaldía. Mientras tanto, aparecen regularmente en los medios  y fijan posiciones sobre problemas nacionales, critican al Presidente Nicolás Maduro y a esta Gobernación Bolivariana, como el único deber que les corresponde y única preocupación que tienen.

Nosotros, desde esta primera magistratura regional, aceptamos todas las críticas. Estamos dispuestos a seguir escuchando a todos los sectores del Táchira como lo hemos venido haciendo desde el principio, pero también exigimos que los alcaldes de la oposición cumplan con sus deberes más allá de engañar a sus seguidores con una permanente crítica destructiva y unas posiciones políticas acomodaticias, para justificar su presencia permanente en los medios de comunicación.

Critiquen pero hagan gestión, para eso los eligieron. Estén pendientes de la vialidad, del alumbrado público, colaboren con la seguridad, coordinen acciones con esta Gobernación para el diálogo con los distintos sectores de nuestro estado, en fin, hagan oposición pero trabajen para el pueblo que los eligió.

El pueblo del Táchira, particularmente el opositor, debe dirigir sus reclamos a todos los que tenemos responsabilidades de gobierno. Debemos quebrar el paradigma acrítico que exonera a los gobernantes opositores, cuyas posiciones victimizadas les ha servido para gobernar sin ninguna exigencia.

Gobernador Bolivariano del Estado Táchira
@vielmaestachira