“Tierra Tachirense” marca huella imborrable en los corazones de los niños

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La Fundación de la Familia Tachirense a través de su programa “Tierra Tachirense”, se ha dedicado a transformar la sociedad desde la inclusión y la democratización de la música en 20 escuelas del estado.

Los niños, niñas, padres y representantes de la U.E Mons. Rafael Eugenio Fuentes, agradecieron a la primera dama del estado, Karla Jiménez de Vielma, por brindarles la oportunidad de desarrollar sus habilidades y destrezas a través del arte.

Orgullosos de cristalizar una célula cultural en esta institución, ubicada en Las Vegas, municipio Cárdenas, los pequeños con sus violines, bandolinas,  maracas, cuatro y guitarras, experimentan lo que es la música, dándole un sentido de pertenencia a lo que son nuestros valores culturales.

Para ellos interpretar  temas típicos, clásicos y populares en las aulas de clase les llena de orgullo, pues la música es alegría, comunicación, paz y cultura.

Felicidad al ritmo del arte

Sin títul8Antonio Villamizar, padre del niño Adán Josué, estudiante de 4to grado, manifestó sentirse feliz de que su hijo pertenezca y se forme semana tras semana en el Programa “Tierra Tachirense”. “Me parece maravilloso, es una forma de difundir el arte en nuestras escuelas”.

Agradeció a la Presidenta de la Fundación Familia Tachirense, Karla de Vielma por esta hermosa iniciativa de llevar la música a los tachirenses desde las mágicas manos de los niños. “Es un programa que debe llevarse a todas las escuelas y a cada rincón de nuestro estado Táchira”, solicitó.  

Su hijo, Adán Josué Villamizar, comentó que gracias a este programa aprendió a tocar las maracas, un instrumento típico de la música venezolana, “ahora puedo acompañar cualquier melodía. He aprendido mucho y me siento muy contento de vivir la música”.

Por su parte, Carmen Chacón de Villamizar, madre del pequeño Josué, dijo que su familia ha sido tocada por este programa de formación gratuita y que además dota de instrumentos musicales a los niños con talento.

También Wilmer Sánchez, estudiante de 4to grado, confiesa que con el programa “Tierra Tachirense”, aprendió a tocar la guitarra, pues aunque dominaba el cuatro, nunca se había aventurado a iniciar el manejo de otro instrumento de cuerdas.

Sánchez al igual que todo niño, tiene sueños y uno de ellos es llegar a tocar el arpa y así hacer de la música su principal medio de expresión. Es un aficionado del género llanero, el cual prefiere tocar acompañado de la fuerza que le suma Adán Josué con las maracas.

La música enseña valores

Alisbeth Sánchez, madre de dos hijos, Gabriela y Jhoni Cadena, quienes tocan bandolina y violín respectivamente, es otra representante orgullosa que disfruta de la música que emanan de las manos prodigiosas de sus niños.

Expresó su infinita gratitud a Dios por brindarle este hermoso regalo y a la Fundación de la Familia Tachirense, por proporcionar esta formación en las escuelas, para que los niños tengan todo al alcance de sus manos.

“Con el arte ellos aprenden valores, disciplina, responsabilidad y se forman como personas de bien, emprenden nuevos caminos y se alejan del ocio”, afirmó.

Su hija, Gabriela Alexandra Cadena Sánchez, estudiante de 6to grado, mostró su alegría al tener la posibilidad de aprender música en la escuela. “Gracias a los profesores podemos ofrecer muestras musicales y conciertos. Estar en un escenario nos satisface porque a través de nuestras manos despertamos emociones en los corazones de quienes acuden a escucharnos”.

“Aprendiendo a tocar un instrumento y perfeccionar las habilidades, nosotros fortalecemos valores, frente a la escuela, la familia y la sociedad, por la disciplina, el respeto y la responsabilidad que tenemos como miembros de un grupo cultural”, dijo finalmente. (FIN: Isis Casanova/Foto: Enmanuel Rodríguez )

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