La Mirada de Todos | El 2015 en el Táchira

La Mirada de Todos 

Por José Gregorio Vielma Mora 

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Este año 2015 ha sido de duras pruebas para nuestro Táchira. Puedo afirmar con seguridad que ningún otro estado de nuestro país ha pasado por tantas vicisitudes en tan poco tiempo. Efectivamente, a comienzos, desde el mes de febrero, casi 3 meses de guarimbas, violencias y destrucción, luego el creciente y sostenido bachaqueo convertido en una práctica usual de “rebusque” de miles de tachirenses y colombianos, sin la más mínima conciencia y afectándose ellos mismos y sus familias, para generar desabastecimiento y malestar en la población en general. Y como si todo eso fuese poco, ahora este período inclemente de lluvias constantes que, por la Gracia de Dios, hasta los momentos no ha generado víctimas, pero si afectaciones importantes en muchas vías de nuestro estado, una cantidad significativa de familias damnificadas y más de 3 mil viviendas en riesgo.

Pero los problemas fortalecen y unen a los pueblos. Mirando en retrospectiva puedo afirmar con orgullo que contamos con un equipo de gobierno dispuesto a enfrentar estos y cualquier otro problema que se presente. Contamos además con un pueblo noble que ha sabido entender los riesgos de esta emergencia y colaborar con los organismos de prevención de desastres desplegados en toda nuestra tierra sacrificada, asimilando las instrucciones preventivas y trasladándose a los refugios previstos para estos casos.

Por fortuna de Dios, tenemos también la Gran Misión Vivienda Venezuela y toda la planificación constructiva que de ella se deriva. Por primera vez en nuestra historia, en los casos de familias con pérdidas de viviendas por deslizamiento de tierra, se le ha entregado de inmediato otra vivienda digna. Todo esto porque la Revolución Bolivariana tiene en esta Misión del Comandante Chávez, plena conciencia de la deuda social acumulada por años de abandono a nuestro pueblo.

Contamos también con instancias de emergencias maduras y eficientes en prevención de riesgos y desastres. Quiero felicitar a todo mi equipo de trabajo que, sin descanso, de día y noche, ha estado al lado del pueblo quien es, en definitiva, la razón de ser de nuestras funciones y responsabilidades.

El período de lluvia apenas comienza. Es preocupante porque la capacidad de previsión, por las irregularidades resultantes del cambio climático mundial, es mínima. Un fenómeno natural como el que estamos viviendo no solamente afecta a las familias, sus viviendas y la vialidad, sino que también afecta a la producción, por eso estamos haciendo esfuerzos porque al menos la cría de animales, rubro importante en nuestra región, no se resienta y sus niveles bajen considerablemente, pues Venezuela requiere en estas horas elevar más la producción agrícola y pecuaria para enfrentar el desabastecimiento.

Ante todo este cuadro complejo debemos unirnos más como venezolanas y venezolanos. Estos momentos de prueba sirven para la reflexión de todas y todos, chavistas y opositores. Debemos jugar el mismo juego signado por el espíritu de la solidaridad y el entendimiento.

Estas coyunturas siempre tienen significados trascendentales. Como decían nuestras abuelas y abuelos “No hay mal que por bien no venga”. De ser eso verdad, entonces aprovechemos toda esta tragedia natural para ponernos al día con la participación. Para dejar las críticas nocivas e improductivas y pensar cuál puede ser nuestro aporte por el Estado Táchira que tanto queremos en estos momentos que la naturaleza nos golpea intensamente.

No quería terminar mi artículo semanal sin recordar el aniversario de un insigne tachirense. Isaías Medina Angarita, nacido en San Cristóbal el 6 de julio de 1897. Este tachirense civilista fue el primer demócrata venezolano y el primer presidente (1941-1945) que con espíritu nacionalista logró importantes avances en materia de soberanía petrolera. Su reforma petrolera de 1943, logró un reparto más justo de la renta de nuestro mineral que se lo llevaban las transnacionales con poco beneficio para nuestra nación.

Pero además crea el Seguro Social en Venezuela, fija por primera vez los salarios mínimos, edifica la Universidad Central de Venezuela junto a otras obras de infraestructura que aún hoy día se mantienen. Esos y otros logros dejan la huella histórica de un presidente andino que por atreverse a ser nacionalista y decirle al capital extranjero que al menos debíamos recibir el 50% de las ganancias de nuestro propio petróleo, fue derrocado por los EEUU en complicidad con Rómulo Betancourt y AD, un 24 de octubre de 1945.

La historia no se repite pero intentan repetirla.

@VielmaEsTáchira