La Mirada de Todos | Reunión de presidentes

VMC #57 (4)

Por: José Gregorio Vielma Mora

Al fin se va a realizar la reunión entre nuestro presidente Nicolás Maduro y el presidente Juan Manuel Santos, un mes después de haberse tomado la primera medida de cierre fronterizo y declaratoria de Estado de Excepción. Ya ha disminuido, más no cesado, la campaña mediática internacional contra Venezuela por “violación de derechos humanos” pues tales argumentos eran insostenibles, no solamente porque era una mentira difícilmente digerible sino además porque, en la visión retrospectiva de esta crisis, era la reacción lógica de un Estado colombiano que no podía mostrarse ante el mundo, una vez más, como un patrocinante de ilegalidades y delitos.

Pero hemos llegado a este punto de la crisis, el Estado de Excepción se extendió a toda la frontera con el hermano país, y toda Venezuela y el mundo ha venido despertando a una realidad que nosotros, los tachirenses, llevamos muchos años cargando a cuesta y sufriendo heroicamente. Hay un despertar en la conciencia venezolana de la presencia e influencia de las hermanas y hermanos neogranadinos, tanto los que aquí conviven con nosotros como los millones que, desde Colombia, se benefician de nuestra economía solidaria.

Esta nueva conciencia es, sin duda, una de las fortalezas más fundamentales que acompañará a nuestro presidente Maduro en la reunión pautada para el lunes 21 de los corrientes. Por primera vez, en la historia de la relaciones diplomáticas colombo-venezolanas, vamos a una negociación bilateral con argumentos reales y justos, porque la historia de nuestra diplomacia con la hermana República está plagada de ventajismo colombiano por una parte, y por la otra, de bondadoso y genuino espíritu bolivariano de parte de nosotros.

Ahora bien, ¿Qué busca ganar Colombia con esta reunión? porque los intereses de Venezuela en ella están clarísimos. Nuestro interés, desde el punto de vista internacional, está motivado a honrar dos cosas: la primera, el pensamiento de Simón Bolívar y la hermandad de repúblicas, la segunda, la utilización de la CELAC y UNASUR, como instancias válidas de resolución de conflictos. Desde luego, desde la perspectiva nacional, nuestro interés fundamental es lograr de Colombia el compromiso de lucha contra el contrabando de extracción en todas sus modalidades.

Así las cosas, dado que no hubo violaciones de derechos humanos por parte de Venezuela ¿Qué motivó el revuelo y sobredimensionamiento de la crisis por parte del gobierno de Santos, con el auxilio de la mediática internacional? Porque la actitud, pudo haber sido diferente en respeto a la soberanía de Venezuela. Cierto es, que la dinámica política a lo interno de Colombia es un detonante de la altivez y torpeza de la respuesta colombiana pero, más allá de eso y en la verdad implícita, de lo que se trata es algo admitido ya por la Canciller Holguín, la importante dependencia de la economía colombiana de nuestro sistema económico solidario y humanista.

Si las cosas están claras, nuestro presidente Maduro va con una estrategia dirigida a consolidar una política de largo aliento que consiga una estabilidad de la relación fronteriza mientras logramos un desarrollo sustentable de nuestras regiones limítrofes. Es por ello que, Colombia debe comprometerse a los aspectos siguientes:

1. Reconocer la naturaleza solidaria de nuestro Estado de Justicia Social y respetarlo. Ello implica, la eliminación de juicios negativos sobre el carácter de nuestra economía y el tratamiento de la política de subsidios venezolana como un “error” económico en defensa del sistema neoliberal imperante en ese país.

2. El trabajo de control sobre los pasos fronterizos debe ser conjunto, así como la información generada de las distintas actividades en ello. Esa información debe ser certificada por ambos gobiernos.

3. Intercambio de información migratoria y revisión binacional constante de ese flujo, sus causalidades, perfiles migratorios y todos aquellos elementos socioeconómicos involucrados en el fenómeno.

3. Asumir al menos responsabilidad política sobre los casi 6 millones de colombianos y colombianos. Para ello, nuestro gobierno debe ampliar, organizar y consolidar la información de los colombianos y colombianas asentados en nuestro país y aportarle la información a Colombia.

4. Colombia debe producir toda una reforma reglamentaria para el ataque severo del contrabando, particularmente de combustibles, alimentos y medicinas. Derogar las medidas de legalización del mismo.

5. El gobierno colombiano debe dejar de ampararse en librecambismo y garantizarle a Venezuela mecanismos de protección contra el ataque de nuestra moneda.

Esas serían las mínimas exigencias venezolanas.

@VielmaEsTachira