La Mirada de Todos / El hecho productivo

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por: José Gregorio Vielma Mora
 
La producción de bienes y servicios siempre es social, sea hecha por empresas del Estado o por particulares, en consecuencia no hay fenómeno más social que el propio mercado. Sí, el mercado, el Dios del capitalismo y de la derecha internacional. Es por ello que el mercado como fenómeno social no puede tener el carácter que el capitalismo y sus teóricos le asignan. Es inconcebible que un fenómeno tan social dependa únicamente de la oferta y la demanda como una ley superior por encima de todo.
 
Por supuesto, no debemos dudar que la oferta y la demanda no son fenómenos separados pues forman parte del mismo proceso social, al cual todas y todos estamos obligados a concurrir. Las anteriores afirmaciones cobran sentido en nuestra actual situación económica. Tanto la sobreoferta del petróleo a nivel mundial, como el desabastecimiento de bienes de consumo internamente en Venezuela y la inflación provocada, parecen dar la razón a los adoradores del mercado, al cultismo del capital. Por una parte tenemos un precio bajo del petróleo y por el otro, tenemos un inflación creciente de bienes a lo interno.
 
Ahora bien, para aquellos que ocultan las verdaderas causas de estas variables económicas, les resulta fácil recurrir a la explicación simplista de la oferta y la demanda. Nada más lejos de la verdad. El mercado siempre tiene por encima de él, una intencionalidad política, un interés por la lucha del poder, bien sea para producir una sobreoferta de un producto o bien para restringirla. La geopolítica mundial y la política interna en Venezuela, tienen mucho que ver con la crisis económica que actualmente vivimos.
 
El precio del petróleo a nivel internacional está influenciado por varias causalidades que mencionaremos aquí en forma genérica. Todo apunta a generar crisis en los países que se oponen a la política imperialista de los EEUU. Rusia y Venezuela están en el “ojo del huracán” de esta estrategia de precios bajos alentada por los EEUU. No es posible que un producto cuyo precio superó los 100 dólares, se esté cotizando en los mercados internacionales a casi 20 dólares.
 
Claro que existe una sobreoferta de crudo protagonizada por Arabia Saudita y otros países productores pero esta sobreproducción tiene implícito un fin político de afectar a nuestra Patria y a Rusia. Los saudíes siempre han cumplido las órdenes que los EEUU les dictan y poseen una de las más grandes reservas internacionales para soportar una baja de sus ingresos.
 
Por otro lado, la escasez de bienes en el país posee igualmente una intencionalidad política que ha quedado demostrada en más de una oportunidad. Por supuesto que hay una baja de nuestras divisas pero durante el año 2015 se entregaron más divisas para las importaciones requeridas para abastecer el mercado interno. ¿Cómo se explica entonces que durante todo el año 2015 se mantuvo el problema de desabastecimiento? ¿Quiénes alentaron las mafias de bachaqueros y contrabandistas que desangraron el país?
 
Seguir tocando estos temas es “llover sobre mojado”. Estamos ante una nueva situación que nos obliga a voltear hacia la producción interna y la generación de divisas con productos no tradicionales. En el Táchira estamos muy conscientes de ello. Ya no vale la pena lamentarse. Ya no es hora de encontrar causalidades. Es el momento de contar con la gente que ama a su país y quiere transformarlo para darle una verdadera soberanía.
 
Contamos con los empresarios del Táchira para volcarnos en el hecho productivo. Tenemos fe en su capacidad para exportar y generar divisas para ellos y para el país. El Gobierno nacional puso las reglas claras. Jamás en Venezuela habíamos tenido esta oportunidad que nos brinda la crisis. Estoy seguro que venceremos a las fuerzas oscuras que manipulan el mercado porque producir en forma abundante es una forma de lucha con garantía de triunfo.