La Mirada de Todos / La memoria histórica colectiva

Agenda Economica (97)

por: José Gregorio Vielma Mora

Una de las debilidades más importantes de este período de cambios iniciado en 1998, con la llegada al poder del Comandante Hugo Chávez, es no haber podido establecer e inculcar una memoria histórica colectiva que permita al pueblo venezolano valorar los logros alcanzados en estos último 17 años a todo nivel, particularmente en el mejoramiento de las condiciones de vida de la población. La actual crisis económica no puede ocultar los inmensos avances –nunca antes alcanzados por ningún gobierno- en materia de vivienda, salud, educación, infraestructura y, por qué no decirlo, en materia nutricional.

Las tendencias mediáticas y de opinión cuyo fin es hacer ver la actual situación económica como una consecuencia de las políticas públicas de la revolución durante estas casi 2 décadas, no hacen más que aprovechar la debilidad estructural de la memoria histórica del pueblo venezolano y logran su objetivo de implantar visiones y concepciones equívocas, inconvenientes e interesadas.

Entendemos como memoria histórica colectiva aquellas verdades inalterables del pasado que les permiten a las ciudadanas y ciudadanos tener permanente conciencia sobre quiénes son sus verdaderos enemigos, cuáles son las políticas más convenientes para todas y todos y qué implicaciones el regreso al poder de las fuerzas políticas de la derecha venezolana, cuya forma de gobierno beneficia única y directamente a una clase social  (burguesía).

Esta memoria histórica es transferible, a través de la educación formal y familiar a las nuevas generaciones como una garantía de salvaguarda de la soberanía e independencia del propio pueblo. Esta conciencia va más allá del conocimiento formal de nuestra historia. Es un hilo continuo que supera el recordatorio de fechas, próceres y héroes para establecer los procesos históricos de Venezuela cuyo pasado está lleno de lecciones y enseñanzas que guíen la conciencia ciudadana.

Hoy cuando conmemoramos 27 años de la tragedia conocida como “El Caracazo” se pone de manifiesto la necesidad de reconstruir la memoria histórica, particularmente porque quiénes en el pasado asesinó, atropelló y se burló del pueblo venezolano pretende regresar al poder para imponer las mismas políticas de empobrecimiento que provocaron aquél suceso de triste recordación que costó la vida a miles de hombres y mujeres que quedaron tendidos en las calles de Caracas.

La presencia de un personaje siniestro como Henry Ramos Allup encabezando el liderazgo de la derecha venezolana, es una prueba fehaciente de la profunda y peligrosa debilidad de la memoria de nuestro pueblo. ¿Cómo es posible que uno de los funcionarios más importantes del gobierno de Carlos Andrés Pérez, bajo cuyo gobierno se autorizó acribillar al pueblo en las calles, tenga presencia y relevancia como presidente de la Asamblea Nacional? ¿Acaso Ramos Allup no tuvo que ver con la decisión de sacar al ejército a las calles para reestablecer el orden público a fuerza de plomo indiscriminado? ¿Quién anunció la suspensión de todas las garantías constitucionales en ese momento, como uno de los voceros más importantes de la Acción Democrática de ese tiempo?

Sin lugar a dudas hemos fallado en sembrar memoria. Tenemos que hacer un esfuerzo sostenido en los hogares, en las escuelas y universidades para establecer la conciencia colectiva sobre nuestro pasado. A la derecha le es conveniente que nuestro pueblo no recuerde su pasado porque es la forma más efectiva de hacerlo pensar de acuerdo a su conveniencia. Es la vía más efectiva para que sus verdugos del pasado retornen como “salvadores” cargados de impunidad e inmundicia.

Para ello no basta conmemorar, es necesario discutir permanentemente en todos los espacios, investigar nuestro pasado inmediato con sistematización de información, publicar abundantemente esos estudios históricos. Esto no es ideologización y, si acaso lo es, estaría más que justificada por los muertos que tanto en el pasado como en tiempos recientes ha provocado la derecha apátrida venezolana para lograr sus fines.