Demostrando su fe, agradecimiento y devoción a Jesús de Nazaret, quien vivió y fue crucificado por su pueblo, más de 150 niños, jóvenes y adultos del grupo pastoral de la Basílica de Nuestra Señora de la Consolación de Táriba, participaron por sexta vez consecutiva en el viacrucis que representó la pasión y muerte del señor.
“Las cofradías, son actos de sacrificios y penitencias que hacemos por amor a nuestro señor Jesucristo”, así lo manifestó Jesús Reyes, presidente de la cofradía de Basílica de Nuestra señora de la Consolación, tradición que se ha conservado por más de 50 años y que ha sido legado de generaciones familiares.
Dentro de la Basílica de Táriba participan un aproximado de nueve grupos religiosos, a los que se suman más de 400 personas para hacer posibles las actividades que se desarrollan a los largo del año, en especial, durante la semana Mayor.
Abraham Castro, director del grupo Juvenil, ha dedicado su vida a las actividades católicas. A sus escasos seis años pertenecía a la cofradía del Nazareno y junto a su familia ha llevado siempre consigo el trabajo de la iglesia por amor a Jesús.
Actualmente, junto a niños de seis años hasta adultos de la tercera edad, desde el mes de enero se han dedicado a la preparación física, mental y espiritual para poder representar de la mejor manera, cada uno de los personajes que le dan vida a los últimos momentos que vivió el Señor.
“Estos eventos los hacemos para ofrecer nuestro amor. Hemos venido trabajando con mucha dedicación y espiritualidad en el protocolo y la organización para poderlo llevar a la feligresía”.
Castro aprovechó la oportunidad para hacerle un llamando a los jóvenes tachirenses a unirse a estos grupos pastorales que se expanden por los 29 municipios.
“El papa Francisco nos invita a ser jóvenes de entusiasmo, pero que seamos dedicados a ayudar a los demás (…) muchas veces criticamos nuestro entorno, pero nosotros mismos lo deterioramos. Nosotros siempre tendremos los brazos abiertos”.
“La fe en Jesús nos inspira”
Edgar Noguera, joven de tan solo 20 años de edad, participa por cuarta vez en la representación religiosa del viacrucis, en esta oportunidad representando a Jesús, papel que anhelaba desde sus inicios en el grupo pastoral.
“Anteriormente fui soldado de compañía y flagelador y para mí, dejar de ser una persona mala, para recibir los castigos y sentir lo que sintió nuestro Señor es grato. Yo anhelaba mi papel y lo he recibido por mi vocación. Quiero expresarle a la gente la fe entregándomele a Dios”.
Por su parte, Diego Ruiz, quien representó en esta oportunidad un doble papel entre Barrabás y uno de los ladrones crucificados junto a Jesús, expresó que a sus 18 años de edad, lleva trabajando 10 años de manera consecutiva, llenándose de la pasión que se vive en los tiempos dedicados a la iglesia.
“Queremos que la gente sienta y viva la pasión de Cristo. Me complace mucho participar en estas actividades porque nosotros mismos hemos hecho parte de los trajes y utensilios del viacrucis. Cada joven que desee, debe unirse cada año junto a nosotros para participar”.
Apoyo irrestricto del Gobierno Regional
“Jesús vivió pruebas difíciles y nosotros debemos revisarnos como humanos, por eso el día de la muerte del Señor nos permite reflexionar por nuestras acciones en la vida”.
Así lo expresó, Miriam Febres, Secretaria General de Gobierno desde la Basílica de Nuestra Señora de la Consolación en Táriba, lugar donde se escenificó la pasión y muerte de Jesucristo e indicó que “debemos llevar en nuestros corazones la humildad y meditar cada quien la caridad y obras hechas al prójimo”.
Aunado a ello, resaltó la participación de funcionarios de la Policía del estado Táchira, Protección Civil, Guardia del Pueblo, Corposalud y Cotatur quienes atendieron y resguardaron la seguridad al público presente durante toda la actividad. FIN / Katherine Hernández. Fotos: José Ramírez.
