Más 63 mil criaderos del mosquito transmisor del Dengue, Chikungunya y Zika, hasta la fecha han sido eliminados en el estado por el Servicio de Endemias Rurales de la Dirección Regional de Salud Ambiental, en la lucha por evitar la proliferación del vector, a través de las medidas de control vectorial en cuanto a la inspección, eliminación y aplicación del tratamiento, en los sectores donde se han reportado el mayor número de casos de estas enfermedades.
Así lo manifestó, la Dra. Mirna Méndez, directora de Salud Ambiental quien explicó que durante el mes de mayo se evaluaron 10 sectores pertenecientes a los municipios Libertad, Fernández Feo, García de Hevia, Cárdenas y San Cristóbal, los cuales reportaron el mayor número de casos de estas enfermedades.
En este sentido, destacó Méndez, se han realizado 24 mil 036 inspecciones a casas, de las cuales 22 mil 400 han sido tratadas, aplicándose 53 mil 719 tratamientos con Larvicidas.
Asimismo, se han efectuado un total de 13 mil 103 nebulizaciones intradomiciliarias y 20 mil 477 aeroespacial (fumigaciones) en el estado, a través del trabajo en conjunto con las demarcaciones de La Fría, El Piñal y Puerto Nuevo, beneficiando con ello a un total de 65 mil 183 personas.
Entre tanto, 19 mil 957 sesiones educativas han sido impartidas por el personal de las cuadrillas, respecto a las medidas preventivas, que toda persona debe tener en cuenta, para evitar la proliferación del vector y por ende de estas enfermedades.
Por su parte los municipios fumigados fueron: Guásimos, Libertador, Cárdenas, Andrés Bello, Capacho Nuevo, Capacho Viejo, Córdoba, Torbes, Lobatera y San Cristóbal.
Enfatizó Méndez, que tomando en cuenta que estas enfermedades constituyen uno de los principales problemas de salud pública que afecta la vida de la población, desde esta Dirección hacemos un llamado de conciencia y alerta a la colectividad en general con respecto a la prevención de las mismas, para ello se hace necesario la colaboración de todos en cuanto a la inspección y eliminación de los criaderos, evitando la acumulación de recipientes u otros utensilios que puedan convertirse en potenciales focos de proliferación del Aedes Aegypti en sus comunidades. FIN/ Beatriz Urrea
