En septiembre de 2004 la Fundación Centro Ecológico del Táchira (Fundaceta), anteriormente Centro Ecológico de las Tierras Altas (Ceta), iniciaba su actividad como una entidad sin fines de lucro con un claro objetivo, llevar a los agricultores de la zona conocimientos para potenciar su producción y mejorar el rendimiento de los cultivos de una forma ecológica, así como desarrollar prácticas que permitan preservar el medio ambiente a través de trabajos de reforestación y sensibilización de las comunidades.
El origen de Fundaceta se remonta al 18 de marzo de 1988 cuando se crea el Centro Ecológico de Las Tierras Altas en las instalaciones del antiguo cuartel de El Cobre, construido en el régimen del General Juan Vicente Gómez, cuyo propósito era el de difundir y ejecutar conocimientos aplicables a las necesidades socio-económicas y culturales de los habitantes de El cobre, además de llevar a cabo un manejo sustentable de los recursos naturales y mantener la biodiversidad de los bosques andinos.
Actualmente la Fundación Centro Ecológico del Táchira despliega diferentes acciones dirigidas a la producción de semilla prebásica de papa, producción de plántulas de hortalizas y de Stevia, reforestación de micro cuencas, charlas y talleres sobre preservación ambiental, asistencia técnica a agricultores, entre otras actividades que buscan desarrollar las potencialidades del sector agroproductivo.
Compromiso profesional
El ing. José Nucete Coordinador General de Fundaceta comentó su experiencia durante sus primeros años en la fundación.
“Ingresé a Fundaceta como técnico del laboratorio de suelos en julio de 2010, era una fundación pequeña que solo contaba con el laboratorio de biocontroladores, el laboratorio de suelos, extensión rural y vivero. Luego del trabajo como técnico y logrando pasar de 80 a 480 análisis de muestras de suelo trimestrales y dándole la importancia que merecen, las charlas, los talleres y todo el trabajo en aras de generar conciencia en el productor sobre el uso de enmiendas químicas en el suelo, fui nombrado Coordinador General en 2013 durante la gestión del Ing. William Lizcano” expresó Nucete
Por su parte, la Ing. Mirla Andrade, encargada de la producción de plántulas de hortalizas, comentó que al momento de su ingreso en agosto de 2010, la fundación contaba solamente con la sede de Rio Arriba. Andrade destacó como uno de los aspectos más relevantes, la recuperación de la sede del cuartel, ya que se rescataron el laboratorio de biotecnología, los Invernaderos y los umbráculos; de igual forma hizo énfasis en la ética profesional y el respeto que ha caracterizado al personal de Fundaceta.
Finalmente la Ing. Andreina Angarita uno de los ingresos más recientes, comentó que se interesó en el trabajo de la fundación gracias a la Ingeniero y profesora de la UNET Sonia Linares, quien fue una de las fundadoras del laboratorio de biotecnología. Asimismo, calificó a la fundación como una escuela en la que ha podido aprender y poner en práctica su formación, así como conocer profesionales de otras instituciones y hacer con ellos un feedback de conocimientos. Fin/Ismael Granados/Prensa Fundaceta
