Este jurista y penalista, humanista, académico, magistrado, legislador, político, historiador, literato y escritor, vio sus primeras luces en Rubio, estado Táchira un 16 de septiembre de 1905, en el seno de una familia conformada por Carlos Chiossone Estrada y María Villamizar Peñuela, oriunda de Pamplona, Colombia.
Siempre se inclinó por el mejoramiento y el progreso de los venezolanos, mostrando interés en los asuntos relacionados con la erradicación de la pobreza, la protección ecológica, la vida rural, la problemática carcelaria, la niñez abandonada y la alimentación escolar.
Realizó en la Universidad de Los Andes en Mérida sus estudios superiores, recibiendo en 1929 el título de Doctor en Ciencias Políticas y el de abogado de la República un año más tarde, por la desaparecida Corte Suprema de Justicia del estado Mérida.
Inicialmente se desempeñó como docente de Mineralogía en el Liceo Simón Bolívar de San Cristóbal, luego como profesor de Física y Química en el Liceo Libertador de Mérida, mientras que en paralelo imparte sus enseñanzas en la antigua Escuela de Ciencias Políticas, actual escuela de Derecho de la Universidad de los Andes.
Ya en Caracas se desempeñó como catedrático en la Universidad Católica Andrés Bello, así como también en la UCV, donde enseñaba sobre el Derecho Penal, ejerciendo en esta última el cargo de Director del Instituto de Ciencias Penales y Criminológicas de la Facultad de Derecho desde 1964 hasta 1978.
Se destaca por redactar diversos proyectos que, posteriormente, pasaron a ser leyes nacionales, entre las cuales resalta la Ley de Régimen Penitenciario que se convirtió en ley hasta 1961 y los códigos Civil (1942) y Penal (1957).
Ejerció funciones como Juez de Primera Instancia en lo Civil y Mercantil del Estado Mérida, desde 1930 hasta 1934, Vocal de la Corte de Casación (1953), en la que también ejerció la presidencia; miembro del Instituto de Codificación y Jurisprudencia (1953-1958) y Magistrado de la Corte Suprema de Justicia, en la Sala Penal, desde 1959 hasta 1975.
Chiossone se destacó en la escritura, publicando un sinnúmero de libros relacionados con el derecho y el área penal, también se destacó como articulista en las siguientes publicaciones: Los periódicos, Patria (Mérida), El Universal y El Nacional, la revista del Colegio de Abogados del Distrito Federal, los boletines de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales, de la Academia Venezolana de la Lengua, de la Facultad de Derecho UCV, de la Facultad de Derecho UCAB así como de la Sociedad Bolivariana de Venezuela en Caracas), entre otras.
A lo largo de su carrera en distintos cargos de la administración pública (fue senador de la República, Auditor de las Fuerzas Armadas y Gobernador del Edo. Mérida) desarrolló proyectos de carácter social, enfocados en el mejoramiento de las condiciones de los privados de libertad, así como también de los niños y adolescentes.
Como ministro de Relaciones Interiores propició la creación del Servicio Nacional de Identificación (1941) y del Servicio Nacional de Seguridad. A él se le debe la humanización y modernización de los centros de las cárceles venezolanas, siendo responsable de la construcción de la Penitenciaría General de Venezuela, en San Juan de los Morros (1942) y otros centros penitenciarios.
Obras Sociales
1) Construcción del Edificio Central del Instituto de Preorientación Infantil de Los Teques, 1941-1942.
2) Creación de la Colonia Hogar “Simón Bolívar” que dio albergue y educación a menores en abandono moral y material, construida en Mérida durante los años 1942-1944.
3) Creación de la Casa de Observación de Menores de Mérida, para niños con trastornos de conducta, 1943.
4) Creación y construcción del Preventorio Social Femenino “María Teresa Bolívar” para reeducación de niñas en abandono moral y material.
5) Creación de la primera Cooperativa de Crédito Urbano para la vivienda popular y clase media de Mérida, 1942-1944.
6) Creación de la Caja de Crédito Territorial para la vivienda campesina en Mérida, 1944.
7) Creación y funcionamiento de los Desayunos Escolares rurales en el Estado Mérida, por este sistema se alimentaban 695 niños en el año 1944 y se crearon por primera vez los patronatos escolares.
8) Creación y funcionamiento de la “prima del árbol” que consistía en el pago, a cuenta del erario público, de 0,50 bolívares, por cada árbol logrado con fines de reforestación.
9) Construcción y administración del Hospital Los Andes.
Tulio Chiossone Villamizar, el jurista, historiador, escritor, y penalista, Individuo de Número de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales (1954) y miembro de la Academia Venezolana de la Lengua (1970) falleció en Caracas, Venezuela, el 26 de diciembre de 2001./Fin Daniel Useche
