Lelis Bautista, directora de política, celebró a nombre del gobierno regional la medida otorgada de casa por cárcel al diputado Juan Requesens, que, “aunque no significa la libertad plena como debe ser, le va a permitir tener mejores condiciones de vida y estar con su familia”.
Señaló que de acuerdo a la cifras manejadas por el Foro Penal Venezolano, existen 386 presos políticos, “número que no podemos olvidar porque refleja la injusticia de un sistema judicial y carcelario que condena y criminaliza la diversidad de ideas”.
Ante esta situación – aseveró – no son solo los presos políticos quienes sufren, sino que detrás de cada uno de ellos hay familias que viven en una constante desesperación, angustia y tristeza por no poder visitarlos, verlos y mucho menos llevarles comida, artículos personales o medicinas, “hay que recordar que muchos de quienes permanecen hoy tras las rejas por pensar distinto, eran sustentos de familia y hoy estas se encuentran en una situación económica muy difícil haciéndole frente a la peor crisis humanitaria compleja que vive el país”.
“No podemos olvidar a quienes luchando por Venezuela están tras las rejas, es preciso exigir día a día el cese de los atropellos de índole político y denunciar ante los organismos internacionales y el mismo gobierno nacional la práctica conocida como «puerta giratoria», es decir, salen unos presos políticos, luego se arrecia la persecución y entran otros a padecer el hacimiento, la insalubridad y la tortura que aniquila cuerpos y destruye mentes, llevándolos al colapso en celdas infrahumanas”, afirmó Bautista.
Por otra parte, la titular del despacho de política del ejecutivo regional hizo referencia a la amenaza que representa para los presos políticos y demás población carcelaria la COVID-19, “por lo cual la exigencia de libertad para todos los presos políticos además de apremiante se convierte en un tema de carácter humano”.
Prensa DIRCI
