Un total de 32 instructores de labores adscritos a la Dirección de Educación, recibieron de manos del gobernador José Gregorio Vielma Mora, la titularidad en sus cargos luego de cumplir con los requisitos exigidos por Ley.
En la sede del despacho educativo, el mandatario regional también hizo entrega de reconocimientos en conmemoración a los 245 años del natalicio de Simón Rodríguez, a 77 docentes que cumplen sus labores en diversos planteles ubicados en los municipios de la entidad.
Previamente el Gobernador se dirigió a los asistentes a esta actividad que contó con la organización del director de Educación, Henry Parra y su equipo de trabajo, donde manifestó que “A nosotros nos han sometido por la educación”, precisando que el imperio siempre ha tratado de hacer eso, someter a los pueblos.
A su juicio, “el imperio pretende que los pueblos del mundo sean ignorantes. Con ese fin arman y subvencionan las ´guarimbas´, para que los estudiantes que desean y aspiran aprovechar el tiempo, pierdan los semestres”.
Para la primera autoridad regional, en el Táchira se cuentan con docentes de una visión ejemplar para educar, citando al Libertador Simón Bolívar con su pensamiento; “Nos han sometido más por la ignorancia que por la fuerza”.
Recalcó que la “guarimba” no solo era quemar cauchos, dañar vialidad, el sistema eléctrico, tumbar árboles y crear terror. El verdadero objetivo de estas acciones era cercenar el derecho a la educación, a la libertad de expresión, entorpecer la calidad educativa -en opinión del gobernador Vielma Mora- un pueblo que no está instruido, es un pueblo sometido y es un pueblo fácilmente dominado.
Educación: voz permanente de la fe
En el Táchira, el primer elemento fundamental es la educación, porque es sinónimo de revolución, de conocimiento, de libertad, expresó el mandatario.
—Educación es la voz permanente de la fe — Recomendó a madres, padres y representantes, guiar a sus hijos por el camino del estudio, si los quieren alejados del mundo de las drogas y alcohol.
“Sométanlos al estudio permanente, si quieren tener hijos que estén al lado de su cama en los últimos suspiros de su vida, edúquelos en el amor, en la fe, en la querencia de la perfección, de lo humano, de lo natural, de lo hermoso y de lo bello”. FIN/Teresa Márquez Soto/Fotos: Doris Hernández
