La Mirada de Todos | Crece la democracia

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Por: José Gregorio Vielma Mora

No se agota nunca mi sorpresa cuando los voceros de la oposición tildan de “dictador” a nuestro presidente Nicolás Maduro. Pudieran utilizar cualquier otro calificativo pero no… se afanan en llamarlo así, como si tuvieran pruebas y muestras irrefutables para ello. Estuvieron 15 años llamando de la misma forma a nuestro Comandante Eterno Hugo Chávez y, a estas alturas de la historia, no han podido mostrar una sola acción de su gobierno que implique una restricción de las libertades. Por el contrario nunca tuvimos, como en estos últimos años, tantas libertades como hoy.

Se habla de vulneración de derechos humanos y jamás en esta tierra latinoamericana se habían respetado tanto. Lamentablemente si, tenemos a unos cuantos políticos detenidos por cometer delitos comunes porque en nuestro país no existe la figura de delitos políticos. A nadie se le niega el derecho a pensar diferente, expresar sus ideas y manifestarlas pacíficamente. Tantos muertos y tanta violencia, como los de febrero pasado, tienen culpables y están siendo procesados por la justicia por esos hechos lamentables. Todo lo demás es forzar la realidad a la conveniencia política de una oposición que si, moderara su discurso, estoy seguro llegaría con mayor impacto a la sociedad venezolana.

Los partidos de la oposición no captan a los opositores al gobierno. Por ello, esas organizaciones no crecen en militancia. ¿Acaso Primero Justicia creció como partido después de las últimas elecciones presidenciales? ¿Cuántos militantes tienen a nivel nacional Voluntad Popular y ABP? Para no mencionar otras organizaciones tradicionales de derecha.

Es simple, mientras más democracia disfrutamos en Venezuela nuestra torpe oposición la desaprovecha con una conducta política que, sin lugar a dudas, le rinde beneficios individuales de carácter coyuntural a cada miembro por separado pero, en ningún caso, los hace crecer y madurar como organizaciones capaces de transformarse en alternativas válidas desde el punto de vista político.

 Ganan alcaldías y gobernaciones simplemente porque son opositores al gobierno, no porque presenten ideas, proyectos y planes concretos de gobiernos. Tienen gobiernos locales y regionales que utilizan para sus propios fines políticos y nunca para realizar la función para los que fueron elegidos. Son como una especie de oportunistas profesionales que juegan a la suerte del destino y me atrevo a pensar que en su fuero interno desean la continuidad de la revolución porque le funciona para sus pobres y precarios “proyectos políticos”.

En cambio el PSUV se hace cada vez más fuerte –cuantitativa y cualitativamente- tal y como lo deseaba Chávez. En la historia de Venezuela no se recuerda un partido con tantos militantes y tal nivel de organización. El tamaño y penetración de Acción Democrática en el siglo pasado no se compara con la dimensión y trascendencia del PSUV en la actualidad. Como organización hemos venido madurando a través de una práctica democrática cada vez más intensa y profunda. Los canales para los nuevos liderazgos están cada día mejor garantizados y blindados, ello implica renovación y democracia radical.

Por eso las elecciones primarias de este domingo 28 de junio, es un hito histórico en la democracia venezolana. Diga lo que diga la oposición, la forma como fueron postulados los candidatos, el equilibrio de esta postulación para abrir espacios a las y los jóvenes, así como a la mujer venezolana, no tiene precedentes en nuestro país. Pero además vamos a una elección abierta a todas y todos los electores y electoras. La realidad supera por mucho el discurso de la oposición sobre la “dictadura” en Venezuela. Vamos a la elección número 19 en 16 años, es decir al menos una todos estos años. Somos la democracia moderna con más consultas a su pueblo. Hemos honrado, el carácter protagónico y participativo de nuestra Constitución Bolivariana.

Como Jefe Político del PSUV en el estado Táchira, llamo al pueblo a seguir ejerciendo la intensa democracia que disfrutamos, a participar en los destinos de un partido político del siglo XXI, el cual, como organización, va en un proceso de franco mejoramiento de la horizontalidad y de colectivización de sus decisiones para el beneficio de nuestra Patria.

Viva la democracia, viva el PSUV. Todos a participar.