Biotecnología como herramienta para fomentar la agricultura sostenible

Impulsados por mejorar la agricultura, entre otras iniciativas, el equipo encargado del Laboratorio de Biotecnología de Fundaceta intercambia conocimientos y aspectos técnicos sobre cómo minimizar el impacto ambiental causado por las plantas, con el grupo del Laboratorio de Cultivo de Tejidos Vegetales de la UNET coordinado por la profesora Sonia Linares, del 20 al 31 de julio, en esta casa de estudios.

Estos profesionales entre los que se destaca la encargada de Biotecnología de Fundaceta Wendy Chapeta, apuntan hacia la agroecología, donde todas las actividades agrícolas realizadas por el ser humano sean sostenibles, interactuar con la naturaleza en total equilibrio al transcurrir el tiempo, siendo parte de ella.

Ambas instituciones acortan las fronteras entre comprometer los recursos naturales y la capacidad de mantener en armonía estos espacios, a través de técnicas de investigación relacionadas con la biotecnología.

Por su parte siendo pionera además en la rama, pues con más de 20 años de experiencia, la profesora Linares en el año 1991 formó parte del equipo que fundó el Laboratorio de Biotecnología del Centro de Ecología de las Tierras Altas (CETA), lo que hoy día es Fundaceta; dando ejemplo de constancia y perseverancia en un ámbito que así lo exige.

Biotecnología agrícola

De tal manera que al usar el cultivo de tejido, como herramienta para probar la mejora en la reproducción vegetal in vitro a través de explantes –partes de una planta: hoja, tallo, flor, meristemo, entre otras-, se originan una gama de resultados beneficiosos.

En el tema de cultivar en un ambiente controlado, existen muchas aristas, pues se puede utilizar con distintos objetivos, así lo clasificó Linares

“dentro del laboratorio cultivamos tejido vegetal fundamentalmente para: formar plantas que estén sanas desde el punto de vista de virus, bacterias u hongos; multiplicar al organizar gran cantidad en espacios reducidos; y crear alternativas para mejorar los cultivos.”

Ambiente propicio

Como se pretende obtener mejores resultados, y más específicos, varían los compuestos del medio nutritivo, el cual puede ser sólido o líquido, para inducir la producción de embriones somáticos -que no se forman  sexualmente- a partir de cualquier tejido vegetal.

“Hemos realizado embriogénesis somática en ajo, pero para enraizamiento o multiplicación,  es específico. Lo que diferencia el resultado del cultivo de tejido es la utilización del medio nutritivo compuesto por todas las soluciones nutritivas requeridas y el explante para trabajar.” Enfatizó Linares.

Dar vida

El proceso comienza con trazar lo que se quiere para luego irse por una de las distintas vías, se prepara el medio, posterior se toma un explante de la planta a ser trabajada, se introducen en el medio nutritivo contemplado en un agar –tipo de gelatina vegetal que no se derrite-, medio que dependerán del objetivo que se solicite, se ambienta las condiciones determinadas,

Posteriormente al transcurrir

“unos 20 días tenemos plantas con un tamaño mayor al que tienen las formadas sin intervención, por eso se denomina multiplicación masiva.” puntualizó Chapeta.

De la mano con especialistas de Agroecología de la UNET, conformar un bloque de expertos enfocados en la investigación, capacitación, asistencia en general; comentó Linares que gran parte del personal que trabaja o ha trabajado en el laboratorio también lo ha hecho allá en el Cobre en la Fundación.

Dentro de los tipos de plantas que se multiplican in vitro se encuentran: fresa, piña, ajo, papa, stevia, cambur, crisantemo, orquídea, entre otros. Consideran hacer continuas las actividades para impulsar desde lo académico-científico, los cambios pertinentes para un planeta sustentable. FIN/Nayralda Lobo/Prensa Fundaceta.