“Consolidar espacios para la renovación espiritual de cada ser humano y ratificar que El Santo Cristo de la Grita es el protector de toda Venezuela debe ser la práctica constante de cada habitante de la nación”.
Así lo manifestó el obispo de San Cristóbal, Mario del Valle Moronta Rodríguez, durante la misa central en conmemoración de los 405 años del Cristo de los Milagros, a la que se unieron las 90 parroquias de la Diócesis y asistieron miles de feligreses de todas partes del país.
“El Santo Cristo de La Grita es la imagen visible del Dios invisible y la ciudad de la Grita quedó pequeña porque se ha convertido en un centro de llegada y salida de peregrinos. El Santo Cristo nos recibe a todos y no es propiedad de nadie. Nos protege a todos por igual”, comentó.
Monseñor Moronta resaltó la importancia de la oración: “Tú que eres el pan del cielo, haz que al servirte podamos ser renovados y sirvamos con alegría a los más necesitados”
Eucaristía
La Grita se convirtió este jueves en referencia de la devoción católica y la figura de monseñor Mario Moronta como quinto Obispo de la Diócesis de San Cristóbal, comunicó la palabra de Dios con importantes reflexiones.
“El Santo Cristo es la luz que desde Los Andes ilumina con su palabra y la mediación sacerdotal a todos nosotros”, y añadió que hoy se sigue abriendo el costado de Cristo. “Se sigue desbordando la sangre del costado y con ello el llamado a la fe para la humanidad”.
El obispo de la Diócesis de San Cristóbal ha centrado su ministerio en ser un “Servidor y Testigo” como lo reza su lema episcopal e indicó que la Iglesia es madre y maestra de un pueblo que clama angustias.
“Sonreír y profesar la solidaridad como hermanos sin mirar condiciones debe ser el proceder humano”, acotó.
Destacó la visita reciente del papa Francisco a Latinoamérica quien dejó mensajes de unidad para los hombres y mujeres creyentes y no creyentes, sin exclusión.
Elevó además oraciones por una Santa Iglesia Católica y Apostólica. “La iglesia es el hogar para vivir todos en comunión. Es la comunidad de los creyentes. Ella es el cuerpo de Cristo”.
“El ministerio episcopal reitera la paz y la reconciliación a través del perdón y la devoción”, destacó Moronta.
Sostuvo que al contemplar el Rostro sereno del Cristo de los Milagros, se ratifica el servicio de religiosas y sacerdotes para quienes más necesitan alimento espiritual.
Pidió a los fieles profundizar el valor de convivencia a través del saludo de paz en los 405 años de Cristo Sereno para que siga siendo el protector de Venezuela , al invitar a los presentes a pronunciar la frase: “Me alegra por ser hijo de Dios, ser hermano tuyo”. FIN/ Deivi Wilson Ramírez. Fotos: Gabriela Pernía.
