150 niños, niñas y jóvenes con necesidades especiales ofrecieron la noche de este jueves 08 de diciembre un espectacular concierto, donde la magia de sus ejecuciones e interpretaciones pudieron sentirse en las instalaciones del teatro “Luis Gilberto Mendoza” de la Unidad Vecinal.
La actividad fue organizada por la Fundación Musical Simón Bolívar, órgano rector del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela a través del Programa de Educación Especial-Táchira.
El majestuoso y emotivo concierto permitió mostrar el trabajo que día a día hacen los niños y jóvenes con necesidades educativas especiales y sus profesores, demostrando su talento y potencial artístico-musical.
“Le damos gracias a Dios por permitirnos hacer esta obra. De la mano de todos ustedes se hacen posibles estos sueños. En cada concierto escribimos una nueva historia. Estos niños y jóvenes se han formado y son los protagonistas en cada concierto”, dijo emocionada Ingrid Sánchez, directora del Programa de Educación Especial-Táchira.
Agradeció el apoyo de la primera combatiente del Táchira, Karla de Vielma para con la Fundación, así como de todas aquellas personas que de una u otra manera han puesto su granito de arena en la consolidación de este hermoso proyecto musical.
Destacó “ellos han aprendido al lado de sus profesores, y los representantes son testigos del crecimiento de sus hijos en sus casas. Hemos llevado un mensaje implícito más allá de que el alma no tiene discapacidad, es el reencuentro de la familia”.
Por su parte, la primera combatiente del Táchira, Karla Jiménez de Vielma, expresó su emoción al admirar el talento de estos niños y jóvenes, quienes son un ejemplo a seguir “cuando vemos a un niño con necesidades especiales estremecer un auditorio, tenemos la certeza de que no hay imposible”.
“Esta noche nadie aplaudió con las manos, sino con el alma”, dijo tras señalar que el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Infantiles abrió un canal a la inclusión y participación, al incorporar el Programa de Educación Especial, para integrar a los niños y jóvenes con discapacidades a la sociedad por medio de la música.
Recordó la primera combatiente que al inicio de su gestión visitó la sede de la Fundación Simón Bolívar, “pocas veces uno tiene la dicha y el honor de ver en escena a tantas almas que son capaces de despertar sentimientos de alegría, esperanza, fe y optimismo. En pocos lugares del mundo se reúne tanto talento en un escenario rebosante de amor y dedicación”.
Aplaudió la hermosa labor social que hacen los profesores en el proceso de enseñanza de los niños y jóvenes, “son los maestros los que nos enseñan que definitivamente nosotros somos quienes ponemos los límites a nuestras acciones y que los niños y niñas que hoy vimos en escena no tienen ningún tipo de discapacidad. Sus almas hoy vibraron en escena y nos dieron un gran ejemplo de amor, trabajo y dedicación”.
“Esta hermosa labor nos hace entender que hay mucho potencial y que solo necesitan una mano que los ayude a florecer y brillar”, expresó Karla de Vielma.
Coros y ensambles
El concierto fue estructurado en siete partes: Cátedra de Piano “Historia de Marfil”; Ensamble de Orquesta y Campanas: Noche de Paz y Oid un Son en Alta esfera; Coro Infantil Manos Blancas: Los Tres Reyes Magos, Precioso Querube y Campanas de Belén; Ángeles de la Música: La viene la Vieja, Navidad con Ángeles y Feliz Navidad; Cátedra de Canto Popular: Arbolito de Navidad, Más Allá y Ven a mi Casa en esta Navidad; Ensamble de Percusión y PAR21.
Ellos cantaron y tocaron con el alma
Finalmente, los niños y jóvenes, se unieron sin importar sus capacidades y bajo la orientación de sus profesores, colmaron de alegría y brillo navideño las instalaciones del teatro “Luis Gilberto Mendoza”. Unos con instrumentos, otros con sus manitas blancas, otros con sus tiernas voces, para ofrecer juntos una majestuosa gala musical, donde reinaron sentimientos de amor, alegría, inocencia, esplendor y mucho calor humano, hasta conquistar los corazones de quienes extasiados escuchaban y veían sus interpretaciones. FIN/ Yoly Franco. Fotos: Gabriel Barrero.
